El consejero Juan Mascareñas inaugura el ciclo “Innovación financiera y reestructuración” hablando de la SPAC

 

Sumamos conocimientos e innovación para impulsar el desarrollo económico

 

El pasado 21 de octubre tuvo lugar el primer encuentro presencial desde la aparición de la COVID-19, una emotiva cita que reunió a los miembros del Comité de Dirección y consejeros de la fundación.

Después del ya célebre “Ágora FIFED”, retomamos nuestras charlas inaugurando un nuevo ciclo, que, al hilo del anuncio del Anteproyecto de Reforma de la Ley Concursal, hemos titulado “Innovación financiera y reestructuración”.

El encargado de estrenar este foro fue Juan Mascareñas, consejero académico de FIFED y catedrático de Economía Financiera en la Universidad Complutense de Madrid, quien vino a compartir con el auditorio su análisis sobre la SPAC: Sociedad Cotizada con Propósito Especial para la Adquisición.

“Voy a hablaros de algo que está muy de moda”, avisó el ponente al presentar su tema, y así lo cuentan los datos: uno de los gráficos usados por Mascareñas muestra cómo en menos de dos años, la cantidad recaudada por las SPAC en salidas a bolsa en Estados Unidos ha ascendido de poco más de 10.000 millones de dólares a los casi 140.000 millones de dólares actuales. En número de operaciones, el incremento ha sido de unas 60 SPAC en 2019 a cerca de 500 en 2021.

Y es que la SPAC es la nueva moda para salir a bolsa en Estados Unidos. En esencia, se trata de una empresa que se forma estrictamente para obtener financiación, mediante una oferta pública inicial (OPI), con el fin de adquirir una empresa no cotizada ya existente cuyo nombre se desconoce. En España, encontramos una somera aproximación a esta figura en el Anteproyecto de Ley del Mercado de Valores y de los Servicios de Inversión art 535 bis (mayo de 2021), que incluye una definición del término.

También conocidas como “compañías de cheques en blanco” (blank check company), estas empresas deben incluir en la denominación social la indicación “Sociedad cotizada con Propósito para la Adquisición” o su abreviatura, “SPAC, S.A.”, hasta que se formalice la adquisición, proceso que cuenta con un plazo de dos años. Si no se aprueba esa adquisición, se devuelve el dinero a los accionistas y se liquida la SPAC.

Para una empresa no cotizada -explicaba el consejero de FIFED-, es más sencillo salir a bolsa a través de una SPAC que por el método tradicional, ya que requiere una menor cantidad de información y tiempo. Por otro lado, los inversores pueden conseguir más fácilmente la financiación a través de una SPAC que si intentan directamente la adquisición de la empresa no cotizada”.

Entre los ejemplos citados por Mascareñas se encuentran Burger King, Virgin Galactic o PSTH, la SPAC de Bill Ackman: “En 2020, el fundador de Pershing Square Capital Management patrocinó su propia SPAC, tras lo que recaudó 4.000 millones de dólares. Entre sus empresas-objetivo estaban los llamados “unicornios” (compañías con una valoración superior a los 1.000 millones de dólares); sin embargo, finalmente se decantó por adquirir, el 4 de junio de 2021, un 10% de Universal Music Group -la spin-off de Vivendi-. La Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos (SEC) comunicó inmediatamente que la estructura de la operación no se ajustaba a la regulación de la bolsa de Nueva York, por lo que el 18 de julio, Ackman anunció que la adquisición del paquete accionarial de Vivendi la llevaría a cabo a través de su propio fondo de cobertura, renunciando a hacerlo mediante la SPAC”, comentó.

El último caso que se ha dado a conocer (la noticia saltó precisamente mientras el catedrático impartía esta ponencia) es el de una SPAC que va a fusionarse con el imperio mediático del expresidente de Estados Unidos, Donal Trump, quien pretende competir con Facebook y Twitter a través del lanzamiento de su propia red social, Truth Social, durante los primeros meses de 2022.

Juan Mascareñas cuenta con una publicación online sobre las SPAC que actualiza periódicamente y cuyo desarrollo puedes seguir en este enlace.